Porque yo dejar de existir no significa nada para el mundo, y le echo de existir o simplemente alguna vez haberlo hecho, solo sirve para estadísticas e burocracias, pero a la final no soy nada, ni a nadie le interesa si soy algo.
A la final, solo me reduzco a un insignificante ser, que por breves instantes ni sabe su origen y cada vez menos su destino.
Solo soy un “nada”.
Y el tiempo pasa, las hojas caen y todos nos ahogamos en el olvido y volvemos a ser lo que siempre fuimos, NADA.
Pero no quiero,
lo evito,
Resisto.